Visitantes internacionales en un mercado al aire libre en Shanghai durante el feriado del Primero de Mayo. [Foto/Observador de Shanghai]

Durante el feriado del Primero de Mayo, Shanghai atrajo a una gran cantidad de turistas procedentes de naciones beneficiadas por las políticas de exención de visas chinas. Estos visitantes no solo se deleitaron con los paisajes y la riqueza cultural de la ciudad, sino que también disfrutaron de la compra de productos emblemáticos de China, como té, seda y especialidades culinarias.

Una turista española llamada Laura, acompañada de su novio, arribó a Shanghai por primera vez. Su itinerario de 19 días por China abarca destinos como Shanghai, Beijing y Zhangjiajie en la provincia de Hunan. "El clima, la arquitectura y la hospitalidad de la gente son maravillosos aquí", comentó Laura tras pasar un día y medio en la ciudad.

Al hablar sobre sus preferencias de compras, mencionó: "Me encanta comprar alimentos típicos de cada región. Mientras camino por las calles, muchas personas me invitan a probar distintos platos, y si me agradan, los compro, aunque a veces desconozco sus nombres". Además, Laura resaltó que la exención de visa facilitó enormemente su elección de visitar China, evitándole trámites complicados y largas esperas.

Julia, una estudiante italiana de doctorado en la Universidad Normal del Este de China, compartió que su novio Michele y su amigo Lorenzo aprovecharon el feriado del Primero de Mayo y la exención de visa para visitarla en Shanghai y recorrer China como turistas.

La joven italiana, quien lleva tres meses viviendo en Shanghai, ha tenido la oportunidad de probar una variedad de platos locales, como el xiaolongbao. "Sin duda, deberían comprar té chino, especialmente el té oolong", afirmó. "Es altamente recomendable venir a Shanghai para degustar la cocina local", expresó Julia. Ella también recomendó a los viajeros internacionales tomar el metro y el tren para explorar lugares cercanos a Shanghai, como el pueblo antiguo de Zhujiajiao, Hangzhou en la provincia de Zhejiang y Suzhou en la provincia de Jiangsu.

Fuente: Observador de Shanghai