Gerente profesional mexicano: en Shanghai vi la 'gran era' del desarrollo

spanish.shanghai.gov.cn| 2024-06-11

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Albert Montufar en el Seminario Empresarial China-Brasil 2023. [Foto/Xinmin.cn]

En la ola de internacionalización de empresas chinas, México destaca por su papel relevante. La conexión entre ambos países se ha fortalecido significativamente. Albert Montufar, un joven mexicano, ha sabido aprovechar las oportunidades que ofrece la tendencia actual.

Con la prosperidad del mercado, Montufar se ha convertido en un gerente profesional con experiencia y ahora reside en Shanghai. Durante sus seis años en China, se ha dedicado a actuar como un puente en el fomento del comercio y la amistad entre China y México.

La larga estancia de su hermano en China ha contribuido a que Montufar se sienta familiarizado con este país asiático. En su primera visita en 2015, quedó impresionado al descubrir las abundantes oportunidades y el vasto mercado que China ofrecía. Este hallazgo lo motivó a emprender su desarrollo personal en el país. En 2017, se trasladó a Beijing para matricularse en el programa MBA, una colaboración entre la Universidad de Tsinghua y el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Tras graduarse, se quedó en Beijing, donde se consolidó como un gerente profesional experimentado.

Después de cinco años en Bejing, en 2022, Montufar fue designado a Shanghai, y en esta ciudad abrazó nuevas oportunidades de carrera.

La empresa donde trabaja se llama Pagsmile. Es una empresa especializada en pagos a terceros. En Shanghai, el departamento de Montufar actúa como el "centro de mercado", comunicándose con clientes de China, Japón, el Sudeste Asiático y el resto de la cuenca del Pacífico.

A los ojos de Montufar, la industria de los pagos es un campo fascinante debido a su transversalidad. En primer lugar, su negocio es transfronterizo, como "Roma": puede relacionarse con varias industrias. En segundo lugar, su conocimiento es transdisciplinario: es necesario comprender las políticas fiscales, operativas y logísticas de diferentes lugares, las preferencias de los consumidores, las costumbres locales, las finanzas y el comercio, entre otros aspectos. En Shanghai se le abre una ventana al mundo, donde puede aprender cosas nuevas cada día y observar las tendencias globales de la industria.

En los últimos años se viene fortaleciendo la relación entre China y México. Montufar observó que cada día más empresas chinas, especialmente del sector automotriz, invertían en México. Señaló que México está estratégicamente situado, conectando Norteamérica y Sudamérica, y el Gobierno apoya la inversión extranjera. Él promueve activamente México entre sus amigos chinos y ayuda a las empresas chinas a expandirse internacionalmente, brindando asesoramiento completo. Ha establecido colaboraciones con embajadas, cámaras de comercio, gobiernos locales y organizaciones no gubernamentales en los últimos años.

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Albert Montufar (derecha) y su hermano en la Casa de Huéspedes de Estado Diaoyutai en Beijing. [Foto/Xinmin.cn]

Hablando de su experiencia en China durante más de seis años, Albert mencionó a menudo una palabra: autoconfianza. Para él, hoy en día China tiene más confianza en sí misma, así como los chinos en ellos mismos, especialmente la generación joven.

Para Montufar, su propia autoconfianza se basa en su profundo conocimiento de ambos países y en sus experiencias acumuladas. Durante su estancia en el país asiático, ha alcanzado el éxito profesional y cree poder aportar valor a sus amigos chinos.

Descubrió que el quinto año es un momento decisivo para los extranjeros que residen en China, ya que muchos no logran permanecer durante ese período debido a diversas razones. Él mismo ha superado este "umbral de cinco años", habla chino con fluidez y tiene carrera propia. Anima a los extranjeros que aún no han alcanzado los cinco años a perseverar, asegurándoles que todo saldrá bien.

A pesar de su corta estancia en Shanghai, Albert se adaptó rápidamente a la ciudad y entabló amistades significativas en poco tiempo. Después de sus jornadas laborales, solía salir de excursión y hacer ejercicio con sus amigos, quienes también le brindaron apoyo en su aprendizaje del chino y en la exploración de la ciudad. Su vida en Shanghai queda documentada en sus perfiles de redes sociales, reflejando sus experiencias enriquecedoras.

Para Montufar, China es ahora como su hogar. Y dijo que existían similitudes entre mexicanos y chinos. Además de la hospitalidad y la facilidad para hacer amigos, ambos comparten un fuerte apego a la familia. Recientemente, su madre visitó China por primera vez y quedó encantada con el xiaolongbao (bollo de carne al vapor). Al igual que a Montufar, también le fascinó Shanghai.

 

Fuente: Xinmin.cn