Es posible que los padres extranjeros en China sientan inquietud al llevar a sus hijos enfermos a centros hospitalarios, debido a las barreras idiomáticas, las diferencias culturales y la incertidumbre respecto a los procedimientos médicos desconocidos, lo cual se suma a la tensión inherente de una circunstancia ya complicada.

En el Centro Médico Infantil de Shanghai, un equipo especializado se esfuerza por superar estas barreras, ofreciendo atención pediátrica de excelencia en un ambiente acogedor y culturalmente inclusivo.

Beecher Ashley-Brown, australiano residente en Shanghai, compartió su experiencia personal sobre la salud de su hija, destacando la intensa ansiedad que experimentan los padres cuando sus hijos se enferman.

"Cuando tu hijo se encuentra mal, experimentas una ansiedad mucho mayor que la que sentirías normalmente por ti mismo. Esto se debe a la incertidumbre sobre el problema, ya que los niños no pueden indicar sus síntomas tan fácilmente como un adulto", mencionó Ashley-Brown.

Xiao Bo, médico jefe del hospital, respaldó la comprensión de Ashley-Brown sobre las necesidades particulares de sus jóvenes pacientes.

"Los niños atraviesan un proceso de crecimiento y una fase psicológica únicos. Al encontrarse en un entorno desconocido, es común que experimenten miedo y les cueste adaptarse tan rápidamente como los adultos", explicó.

Una médica del Centro Médico Infantil de Shanghai charla con Beecher Ashley-Brown. [Foto de Gao Erqiang/Servicios Internacionales de Shanghai]

Consciente de que los entornos desconocidos pueden resultar intimidantes para los niños, el hospital ha implementado medidas para asegurar que los pequeños se sientan seguros y relajados. Por ejemplo, el personal médico se comunica con los padres para conocer las comidas y juguetes preferidos de sus hijos, y se esfuerza por proporcionárselos para garantizar la comodidad de los niños.

Para atender a pacientes de todo el mundo, el hospital ha creado una amplia red de voluntarios multilingües capaces de superar los obstáculos lingüísticos.

"Shanghai, como metrópolis internacional, cuenta con muchos voluntarios que hablan lenguas menos comunes, y nosotros también podemos comunicarnos en todas ellas", afirma Xiao, destacando que esta capacidad contribuye a facilitar una comunicación más fluida entre el personal médico y los pacientes extranjeros.

Ashley-Brown elogió al personal por su actitud paciente y acogedora, así como por su impresionante dominio del inglés, destacando que estas cualidades fueron claves al fomentar la confianza tanto con los niños como con sus padres.

"Creo que es crucial que los centros hospitalarios hagan sentir seguros y cómodos tanto a los niños como a los padres, y este hospital se destaca por ofrecer justamente eso", comentó Ashley-Brown.

El médico jefe Xiao Bo se ríe junto a un joven paciente. [Foto cedida a Servicios Internacionales de Shanghai]

Además, subrayó: "El personal, incluidos médicos y enfermeras, es increíblemente paciente, tranquilo y posee excelentes habilidades de inglés".

Fundado en 1998, el Centro Médico Infantil de Shanghai se ha convertido en una institución líder en pediatría, que atrae a un número cada vez mayor de pacientes internacionales.

De cara al futuro, Xiao prevé que el centro se convierta en una institución médica líder a nivel mundial. "Nuestro objetivo es crear un nodo médico en Asia e incluso en el mundo", afirmó.