El campamento de verano en China influye en el desarrollo de un rumano
Nota del editor:
Hemos solicitado a participantes extranjeros de diversos programas universitarios de verano en Shanghai que compartan sus historias. Chiriac George es parte del Campamento de Verano del Puente Chino 2023 para jóvenes de los países socios de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Mi nombre es Chiriac George (宇博). Soy estudiante de la Universidad de Bucarest, Rumania. Actualmente estoy cursando mi maestría en Estudios de Asia Oriental.
En agosto de 2023, tuve la oportunidad de participar en un campamento de verano, gracias a una invitación de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai (SISU, por sus siglas en inglés).
Recordaré para siempre este período de mi vida, ya que fue cuando mis sueños de estar en China se hicieron realidad.
Durante mi estancia en China, conocí a muchos jóvenes con intereses similares en la lengua y la cultura chinas, lo cual sin duda enriqueció mis experiencias en el país.
Chiriac George (segundo desde la izquierda) posa para fotos con otros estudiantes del Campamento de Verano del Puente Chino 2023 para jóvenes de los países socios de la Iniciativa de la Franja y la Ruta en el Centro de Exhibición de Planificación Urbana de Shanghai. [Foto cedida a la Comisión Municipal de Educación de Shanghai]
Las visitas a lugares como la Gran Muralla, el pueblo acuático de Zhujiajiao, el Parque de Reliquias Culturales de Guangfulin, la Torre de Shanghai y el Jardín Yu me permitieron admirar tanto el fascinante pasado de este país como sus increíbles avances tecnológicos modernos.
Durante mi viaje, descubrí que China tiene una genuina intención de contribuir significativamente al desarrollo espiritual, civilizatorio y tecnológico de la humanidad.
A mi parecer, los chinos son muy cálidos y acogedores. También he descubierto que la sociedad china posee una profunda armonía y paz, así como un alto nivel de civilización. La experiencia de vivir entre la gente china durante este período incrementó considerablemente mi atracción y fascinación por China.
Agradezco que nuestros profesores chinos cuidaron de nosotros y nos guiaron en cada paso del camino, desde el momento en que llegamos al aeropuerto hasta el momento en que regresamos a casa.
Siempre recordaré la vida en el campus de la SISU, las deliciosas comidas que compartimos, todos los lugares culturalmente ricos que visitamos y las divertidas clases interactivas que tomamos.
Una foto de estudiantes internacionales en el campus de la SISU en el distrito de Songjiang. Chiriac George (en el centro del grupo) lleva una camiseta amarilla y carga una bolsa roja. [Foto cedida a la Comisión Municipal de Educación de Shanghai]
Me sorprendió el tamaño del campus y la diversidad de la arquitectura.
Disfruté especialmente de las actividades que tuvieron lugar en el campus, como las clases de caligrafía y la Iniciativa de la Franja y la Ruta, así como una sesión divertida en la que aprendimos a hacer pasteles de luna.
Chiriac George practica caligrafía durante una clase de caligrafía en la SISU. [Foto cedida a la Comisión Municipal de Educación de Shanghai]
Disfruté especialmente de todos los cursos de chino que tuvimos. Dado que se impartían principalmente en chino, esto me brindó la oportunidad de mejorar mi destreza en el idioma.
Mi primera vez en China resultó ser una experiencia que cambió mi vida, y creo que esta vivencia culturalmente enriquecedora tendrá una influencia duradera en mi crecimiento personal y desarrollo profesional.
Mi visita a China me brindó esperanza para el progreso futuro de la humanidad, y estoy convencido de que esta poderosa emoción se refleja acertadamente en un proverbio chino que adoro: 阳光总在风雨后, que se traduce como “después de la tormenta siempre sale el sol”.